La reforma fiscal dispara el alquiler de grandes yates en España

La crisis en el Mediterráneo oriental beneficia a un sector que mueve 100 millones
Los grandes barcos navegan con viento en popa. Ya este verano en la Costa Brava se han podido ver yates de gran tamaño fondeados en aguas del litoral. Las cifras lo confirman. Las matriculaciones de embarcaciones superiores a 16 metros usadas para alquiler han crecido un 33% entre enero y septiembre de este año, según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas. Y lo cierto es que el año pasado este sector creció ya un 56%.
El éxito de la fórmula no sólo se debe a las nuevas modalidades de consumo (el alquiler gana cada vez más peso en relación con la propiedad), sino también a que España se ha beneficiado de la incertidumbre geopolítica que reina en la parte oriental del Mediterráneo.
“En las últimas temporadas, las Baleares han conseguido captar muchos de estos grandes yates para que sitúen sus bases en las islas para desarrollar actividades de chárter, y han desbancado rivales como Niza o Capri”, según datos del Barcelona Cluster Nàutic.
Pero hay algo más. Los incentivos fiscales, que se introdujeron en el 2013, han desbloqueado finalmente al sector. En aquellos días el Gobierno decidió acordar una exención del impuesto de matriculación (un 12% sobre el valor del yate) que se aplicaba a las embarcaciones de más de 15 metros para su alquiler en España. La medida, dirigida en gran parte a atraer super-yates procedentes del exterior, ha impulsado un nuevo negocio económico que antes apenas existía debido a la carga fiscal .
Hoy, unos 200 barcos de estas características disponen de licencia para su alquiler en España, cuando hace tres años tan sólo había una decena. La remodelación del Port Vell y la próxima apertura de Marina Vela en Barcelona y la consolidación del puerto de Vilanova i la Geltrú han consagrado Catalunya como punto de partida para navegar hacia las Baleares (sólo en Barcelona se han registrado 85 barcos en tres años).
El impacto económico que generan estos yates es muy significativo. Alex Chumillas, director de Tax Marine Spain, firma especializada en servicios fiscales para grandes esloras, ha calculado que estos barcos pueden inyectar en la economía local, de promedio, unos 500.000 euros al mes, con lo que esta flota aportaría unos 100 millones de euros anuales, a los que habría que añadir otros ocho millones en concepto de recaudación del IVA. Es un importe muy superior al que el Estado ingresaba cuando aplicaba el impuesto de matriculación (no se superaban los dos millones de euros al año).
/ SBC-lavanguardia.com